Pudo haber sido el pub más concurrido y recordado de la temporada, pero todo indica que no podrá abrir sus puertas. Turistas y veraneantes, todos por igual, estaban a la expectativa de la apertura de White House, una vieja y distinguida casona que iba a convertirse en un exclusivo resto-pub en la zona de La Quebradita.
A último momento la Municipalidad decidió no autorizar el funcionamiento del boliche ya que, como sostuvieron y defendieron los veraneantes que tienen casas en la zona, está prohibido por ley provincial y por normativa municipal instalar locales comerciales en el loteo Villa La Quebradita, donde está emplazado el boliche. La noche del viernes varios autos desfilaban por la avenida Monseñor Lamaison; White House palpitaba lentamente, con luces de colores y música apenas perceptible, pero con el portón cerrado.
No había más remedio que pegar la vuelta y retornar: hasta nuevo aviso, no habrá ningún pub ahí. “Yo creo que es una necesidad porque hacen falta propuestas nocturnas, sobre todo para la gente más grande. Por mí, lo hubiese autorizado, pero asesoría letrada de la Municipalidad me informó que no está permitido y que hay una ley provincial que ampara los reclamos de los vecinos. Creo que es algo que hay que modificar, esa es mi postura personal, pero mientras tanto ahí no puede haber nada que no sea un club social”, le dijo a LA GACETA Jorge Yapura Astorga, intentente de Tafí del Valle. Los tres socios del emprendimiento (el conocido DJ “Perro”, el comerciante Pablo Azaña y el dueño de la propiedad, Leonardo Abaca) insistirán hoy en conseguir una habilitación para que funcione como restaurante para recuperar parte la inversión, pero en diálogo con este diario Yapura Astorga explicó que no será posible.
“La ley es muy clara y lo prohibe. Yo quisiera que funcione porque es una opción más para el turista, pero no se puede”, insistió.